Juego de Tronos en la Hungría medieval. La historia de Janos Hunyadi.


SERIE: HUNGRÍA ANTES DEL DESASTRE DE MOHÁCS

Portada de Juego de Tronos, donde aparece un trono de hierro y cuervos. Precisamente ,del padre del famoso "Rey Cuervo" hablaremos en este artículo.


“JUEGO DE TRONOS EN LA HUNGRÍA MEDIEVAL”. La historia de Janos Hunyadi.



Introducción. Juego de tronos húngaro.
El ejército negro, la defensa de la “Ciudad blanca”, el Príncipe Cuervo y hasta historias de vampiros y dragones, con su pizca de aventuras, sexo y poder. Sé que puede parecer todo muy exagerado pero la historia de Hungría en los siglos XV y XVI posee todos estos elementos que poco tienen que envidiar a una trama de Juego de tronos.

En mi ciudad, Pécs, todo el mundo sabe que el punto de encuentro por excelencia es, como en muchas ciudades europeas, una plaza, y más concretamente, el lugar donde está la estatua de un hombre montado a caballo. Probablemente, e igual que en muchas ciudades europeas con famosos monumentos ecuestres, pudiera parecer una de las muchas figuras históricas petrificadas en la historia que a poca gente le importan y por saber, no sabemos ni su nombre, aunque este aparezca esculpido en piedra y hayamos pasado por ese lugar cientos de veces.

Sin embargo, investigando descubrí que, con justicia, la estatua del hombre montado a caballo de Pécs tiene una historia y una, además, que merece ser contada ya que difícilmente dejará indiferente a nadie.             

¿Quién es János Hunyadi? El “Cid” húngaro. Sus orígenes.

Estatua ecuestre de J.Hunyadi y "meeting point" por excelencia en Pécs


Y es que Janós Hunyadi, que así se llama el hombre, tiene una de esas historias en las que la realidad supera con creces a la ficción. Sus orígenes proceden de una humilde familia noble de Transilvania, cuyo símbolo y escudo de armas era el cuervo (de ahí el apodo que recibirá de “Cuervo” o “Corvin” en latín) y debido a sus habilidades militares acumulará poder y riquezas hasta convertirse no solo en la persona más rica de Hungría, sino que aumentará su reconocimiento dentro del reino a tal punto que, incluso, pondrá a su propio hijo como heredero.

Pero ¿cómo es posible que un noble de baja posición escale hasta hacer a su hijo rey de toda Hungría? ¿Acaso esto no solo ocurre en los cuentos?

La respuesta es que, en verdad, la vida de Hunyadi es de cuento. Su padre muere cuando era pequeño y según nos cuenta él mismo una parte de su familia es raptada por los turcos, entre los que está su tía, que terminará sus días como esclava en el harén del sultán. Si bien, como cualquier historia medieval, hay que cogerla con pinzas, hay historiadores “serios” que consideran perfectamente factible la historia.  

Sobre su procedencia, en su momento también hubo muchas teorías (estas con poca o nula base histórica) como las que, impulsadas por sus detractores, lo situaban como un hijo bastardo de una concubina y el rey de Hungría, pero lo más probable y realista a nivel histórico es que sus inicios fueran nobles aunque relativamente humildes ya que sabemos que sirve como paje y escudero para un noble de rango medio, lo que usará de lanzadera para ir escalando posiciones dentro de la jerarquía militar, hasta ser comandante en jefe de los ejércitos de Hungría.

Una vida de cuento.
No obstante, antes de ser considerado un héroe, lo cierto es que el personaje tuvo más de un problemilla digno de una novela, no solo en su tierra natal (Transilvania) sino también peleando en los Balcanes contra los turcos.

En Transilvania, los turcos eran una fuerza emergente en la zona y por eso, el rey de Hungria le pedirá ayuda al príncipe Vlad Dracul (que por cierto, significa “Diablo” en rumano antiguo), de Valaquia, en base no solo al juramento de vasallaje que existía entre el principado y Hungría, sino también debido al juramento de Dracul como caballero de la Órden del Dragón, por la que estaba en la obligación permanente de defender a la Cristiandad contra la amenaza turca.

Al principio Dracul se hace el remolón y hasta pide (y consigue) la absolución de su promesa por parte del Papa, que se muestra comprensivo por los problemas internos del noble, pero finalmente, ante la insistencia (y sobre todo peligro de intervención) húngara, unirá sus ejércitos a los del general Hunyadi para ir a por los turcos, sufriendo ambos una desastrosa derrota en Varna (Bulgaria). Parece ser que Dracul no va a la guerra con demasiado entusiasmo y es el primero en retirarse ante la derrota, por lo que Hunyadi lo responsabiliza de la derrota e invade su territorio por su supuesta cobardía.

No contento con eso, Hunyadi ciega y entierra vivo (en este orden) al hijo mayor de Dracul, y al menor, un tal Vlad Tepés, (el Drácula literario), lo casa con la que se piensa, es su hija ilegítima, Justina Szilagyi (vamos, la típica historia de amor/odio medieval). Y hay que decir en defensa del supuesto padre de Justina que el tal Vlad Tepes, a pesar de ser un poquito sádico (el sobrenombre de “El Empalador” no se lo dan por ser Heidi precisamente) fue sin duda un buen partido ya que se convertirá en el príncipe de Valaquia, después de varios “tiras y aflojas” con Hunyadi que darían para una temporada de Juego de Tronos.

Volviendo a la historia de nuestro héroe, en una de sus correrías por los Balcanes, va a ser capturado por el gobernante cristiano de Serbia (Brankovic), “vendido a los turcos” que, por lo visto, a pesar de las circunstancias, le debía tener en estima ya que demandó por su liberación además de 100.000 florines y la restitución de sus propiedades confiscadas en Hungría por su cambio de bando, el casamiento de su hija (la de Hunyadi) con su hijo mayor.

Conclusiones. Aprendiendo de los errores.
Cómo podemos ver, Hunyadi poseía una curiosa capacidad para encontrar buenos partidos para sus hijas en las circunstancias menos comunes (eso si que es aprovechar un confinamiento), pero dejando atrás sus curiosas alianzas matrimoniales, que tendrán su importancia en el futuro, lo cierto es que Hunyádi, a pesar de sus derrotas iniciales en los Balcanes (habrá otras, además de la mencionada en Varna), se convierte en el general húngaro más fuerte y en el hombre que realmente dirige los designios del país (obteniendo el título de regente), ante la cada vez mayor amenaza desde el Sur. Y es que, tal y como veremos en el siguiente capítulo, va a aprender y mucho de sus derrotas y gracias a ellas, desarrollará las capacidades necesarias para desenvolverse en el suceso por el que será
 recordado para la posteridad.

De este hecho, vital no solo para la historia húngara sino también europea, hablaremos en unos días. Diré, como adelanto que, aunque resulta prácticamente desconocido para el público español fue tan importante que aún hoy en día lo recordamos (y oímos) en nuestro día a día, con o sin coronavirus. Como buen héroe medieval que se precie, la hazaña estará conectada con una gran batalla “final” en la que demuestra su valía en condiciones desfavorables dentro de unas circunstancias que, al igual que su vida, son de una época ya perdida, pero no por ello menos interesante.
De todo ello, hablaremos en breves. No os lo perdáis.

(Próximamente, segundo artículo sobre Hunyadi, en el que también aparecerá la figura del Drácula histórico, por si os habéis quedado con ganas)
Y para ponernos en situación, dejo aquí esta canción de rock un poco durillo, pero con imágenes de la película mítica de Francis Ford Coppola)



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FUENTES:

Molnár, M. (2001). A Concise History of Hungary (Cambridge Concise Histories) (A. Magyar, Trans.). Cambridge: Cambridge University Press.  




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