Tras un largo parón reactivo el blog para seguir con la serie de artículos sobre el baloncesto y el deporte en Hungría. En este caso voy a hablar sobre cuestiones puramente baloncestísticas, así que aviso que este artículo va a ser de café para los muy cafeteros y lo primero que debo reconocer es que estoy sorprendido, para bien, del trabajo y del juego en Hungría.
Todo lo comentado en los anteriores artículos que puedes leer pinchando este enlace favorece que los equipos estén muy bien preparados físicamente, bastante bien tácticamente y con algún fleco por mejorar en la técnica.
Equipo U18 del Fűzfői AK Kosárlabda Szakosztály en el que soy Entrenador Ayudante.
Para empezar con las cosas positivas los partidos tienen mucho ritmo y mucha anotación. Favorece que es muy difícil encontrar hombres altos en Hungría (incluso en la selección Ákos Keller, su pívot es un 2.08 y el resto sube poco de los dos metros), pero la altura media es superior al 1.90 lo que hace que, salvo algún base puro y algún interior puro, muchos jugadores estén en esa posición 2-3-4 dependiendo más de sus características técnicas y de juego que de su altura. Así pues con muchos jugadores así el ritmo crece e, incluso en estático, se juega con bastante rapidez.
En cuanto al juego en equipo he visto bastantes equipos con mucho movimiento de balón y muy buen juego en el lado débil lo que unido al alto ritmo y a la alta capacidad de anotación hace que se vea un juego muy vistoso. He de hacer constar que para el baloncesto húngaro los españoles somos los "maestros" del juego sin balón. Por lo que he visto, se trabaja mucho 2x0, 3x0...lo que quizá hace que los jugadores tengan claro qué hacer, no soy muy amigo del trabajo por cero durante demasiado tiempo, y creo que eso hace que algunas veces les cueste conectar entre ellos cuando la defensa aprieta.
Por otro lado, en cuanto a lo negativo, el balance defensivo en muchos equipos es mejorable, están tan volcados en ataque que se les olvida hacerlo. Además algunas situaciones defensivas, especialmente el lado débil y el contacto en defensa (lo que no está favorecido por el tipo de arbitraje) también están en las cosas a mejorar del baloncesto húngaro de formación, si bien es verdad que las Selecciones tanto masculina como femenina son especialmente buenas en defensa, lo que puede extraerse de que si cuando están en categorías inferiores no les dejan abusar de manos ni de contacto cuando son senior defienden mejor.
En cuanto al ataque el uso de la mano no dominante es escaso. Es muy difícil ver que un jugador domine bien ambas manos, eso sí que es algo a mejorar, porque se centran mucho en lo que saben hacer y en lo que les da puntos, pero les cuesta mucho arriesgar en lo que no saben con mano no dominante. Quizá tenga algo que ver con la mentalidad de no querer fallar, el resultadismo o una mezcla de todo, pero llama mucho la atención el poco uso de la mano "débil" en el juego.
Calentamiento de un partido de NB IB (Leb Oro) de VUKE, equipo de Veszprém
Obviamente podríamos entrar en muchos detalles, por ejemplo, los sistemas usados me parecen bastante adecuados a las categorías inferiores, no se abusa de ellos, al contrario, aunque a veces los manejadores de balón tienden a botar demasiado o a buscar mucho el 1x1, siendo algo más difícil el juego coral, en general son pequeñas fases del juego que acaban dando con equipos que encuentran el jugador adecuado para lanzar. Diferente a la situación que comentaba que pasa en la Olimpiada escolar donde sí se abusa más de los jugadores clave.
En cuanto a las rotaciones también encuentro ligeras diferencias entre ambos baloncestos. Aquí se rota menos incluso se aguanta mucho tiempo en cancha a jugadores con problemas de faltas; es común ver a jugadores con dos faltas en el primer cuarto, con tres faltas en el segundo o con cuatro en el tercer jugar una buena minutada. Por otro lado las rotaciones, en general, son mucho más alargadas y usan a menos jugadores que en España. Aquí podemos juntar dos factores, por un lado el que el desnivel en los propios equipos te lleva a ello y por otro el resultadismo. Nunca se sabe si una cosa es causa de la otra o consecuencia, pero la realidad es que es difícil ver a un entrenador en un partido apretado jugar con más de 7 jugadores.
Donde sí encuentro una cosa que me llama la atención es la forma en que los entrenadores se dirigen a los jugadores y más si lo comparo en cómo los profesores se dirigen a los alumnos en las escuelas e institutos. Mientras que los maestros y profesores en Hungría no fuerzan nada la voz (y no lo necesitan), hablando obviamente de un alto porcentaje de institutos y puedo asegurar que está muy mal visto en la sociedad húngara alzar la voz, incluso para amonestar verbalmente a un alumno, el tono y el nivel de enfado de los entrenadores es muy alto.
Roberto Hernández, me voy a permitir citarlo porque de él fue la reflexión, me comentó un día que nos vimos en un clínic que en Hungría los entrenadores balcánicos se habían puesto de moda y gustaban por sus métodos, mucho trabajo analítico, mucho grito, pero no habían llegado los mejores, motivo por el cual no se había creado una buena escuela de entrenadores. Vuelvo a repetir que no sé si es causa o consecuencia, el nivel de gritos y de enfados de entrenadores, incluidos los de base, en Hungría es altísimo y mucho mas si lo comparamos con el nivel de voz "normal" en Hungría. Esto hace que se vea "raro" que un entrenador no se enfade con sus jugadores.
En cuanto a la forma de trabajar, dejando claro que dentro de Hungría hay muchas escuelas, una cosa sí me llama la atención del baloncesto base en Hungría. Obviamente cuanto más arriba o profesionalizado está un equipo más compromiso hay, pero el compromiso en Hungría es diferente al de España.
Los equipos de base suelen tener 4 entrenamientos a la semana más o menos, pero faltar a los entrenamientos está bastante más normalizado y tolerado que en España. Además por motivos de pistas (los pabellones no cierran más tarde de las 21:00, hora que en Hungría es de estar ya en la cama o casi), a veces los entrenamientos son de una hora, o son sólo de condición física, o te mueven el entrenamiento porque hay un gran número de partidos entre semana. Todo esto lleva a que hacer una seguida de trabajar el primer día más técnica individual y algo de táctica y/o condición física dependiendo de si jugué ayer o no, el segundo y/o tercero (para quien tienen 4) trabajo algo de cara a partido e, incluso algo de condición física si el primer entrenamiento lo he tendio muy pegado al partido, y el último día se trabaja más de cara al partido, sea casi una quimera. Obviamente, en equipos y clubes más "profesionales" no se trabaja así.
Así pues puedo decir que siendo Ádám Hanga la punta de lanza del baloncesto húngaro, en general se pueden ver buenos partidos de categorías inferiores y, al estar bastante protegido por la normativa, a muchos jugadores húngaros en primera y segunda división. Más allá de los profesionales, el trabajo en formación es bastante bueno aunque faltan entrenadores y el baloncesto crece en Hungría bastante bien.
El Baloncesto en Hungría es un deporte que entra entre los que el gobierno quiere potenciar, eso hace que los clubes reciban dinero. En el siguiente artículo hablaré sobre Selecciones Nacionales y contaré un poco cómo funciona el mundillo del baloncesto aquí.
Partido liga universitaria en Hungría.
0 Comentarios