Baloncesto (y deporte) escolar en Hungría III. Diákolmpia (u16-u20).

En el anterior artículo hice una introducción al baloncesto base en Hungría hablando de reglas o normas que difieren de las que estamos acostumbrados a ver en España.
En éste quiero hablar sobre una competición que tiene mucho prestigio a nivel escolar en Hungría, la Diákolimpia.

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                             Equipo Diákolimpia A temporada 2018-19.

La Diákolimpia es la Olimpiada escolar que se organiza en Hungría compitiendo entre institutos de todo el país en todos los deportes posibles. El Insituto Vetési Albert tiene una gran tradición deportiva, empezó siendo un instituto para hacer una especialización en informática o deportes, y fue equipado muy bien (la foto está hecha en nuestro pabellón). Tal es que se pueden hacer equipos en categoría A, todos incluidos los federados, y categoría B, no federados incluida la temporada anterior, es decir esta temporada no han podido jugar en esta categoría jugadores que el año pasado (2018-19) estaban federados pero podrán formar parte del equipo el año que viene si  no se federan en el deporte.

Todo esto hay que entenderlo dentro de una fuerte tradición deportiva que, por ejemplo, se plasma en una ley por la cual todos los jóvenes en edad escolar deben tener 5 clases a la semana (las clases aquí son de 45 minutos) de Educación Física, de las que tres están en horario regular y las otras dos a partir de las 15:30 para los que no están federados, los que están federados tienen que llevar un papel oficial firmado por el club para poder "aprobar". A esto hay que sumar que la categoría es única, U20, aunque los estudiantes de primer año en los institutos tienen 14-15 años, los más mayores cumplen 20 el año que hacen el Bachillerato y de ahí que la categoría sea ésta.

Así pues una vez formalizadas todas las inscripciones, se reparten los institutos en grupos. Hay competiciones como el Floorball (una especie de Hockey Sala sin patines) en la que se juega una especie de fase final previa a la final a 8 nacional. En el caso de deportes como el baloncesto, el fútbol o el balonmano (deporte que en Veszprém es religión), tiene varias fases. En la primera se juega contra los equipos de condado, generalmente dos grupos, todos contra todos y una final a 4 entre los dos mejores de cada grupo. El campeón de grupo pasa a la fase final previa y los segundos de cada condado juegan una eliminatoria previa. Un vez pasada esta fase, hay repartidas 8 finales a 4 en todo el país de la que el campeón pasará a una fase final a 8 a jugar durante un fin de semana.

En Baloncesto nos hemos quedado dos veces en dicha fase, teniendo en cuenta que hay institutos que están en relación directa con Academias de Baloncesto, me parece todo un éxito.
En Balonmano, este año sin ir más lejos, hemos sido segundos del país y en la final nos batió Balatonfüred, ciudad vecina de Veszprém de la que provienen muchos estudiantes del instituto.

En cuanto al Baloncesto en el equipo de Baloncesto A dispongo todos los años de 6-7 jugadores del club VUKE (el club de Veszprém cuyo primer equipo es el eterno aspirante al ascenso a la primera categoría nacional) y lo complemento con jugadores no federados. Es de notar que no podemos hacer entrenamientos como equipo, alguna vez he conseguido juntarlos a todos una hora, ya que los jugadores del club (sobre)entrenan con el mismo y no hay disponibilidad horaria para hacerlo. Así los entrenamientos que hacemos son con los jugadores no federados, mientras que la competición en la categoría A es con los federados y los jugadores no federados o federados en otros deportes que más nivel tienen. Todos los institutos están así, lo que hace que a la diferencia de nivel con las "Academias" o equipos haya que sumar lo conjuntados que están.

Sobre la competición, que es bonita, se juega en horario escolar, por concentración, pudiendo los alumnos faltar a clase, lo que hace que haya entera disposición a jugar y sólo haya algunas reticencias por parte de los de último año, que son los que están a las puertas de la Universidad. En Baloncesto (Kosárlabda en húngaro), los partidos son a reloj parado, pero si hay una diferencia notable se deja correr y si la diferencia alcanza los 50 puntos el partido puede dejar de jugarse, si ambos equipos deciden jugar no se cuentan los puntos y se juega a reloj corrido.

En la categoría A los partidos son bastante bonitos (es normal ver mates o tiros de tres punteados) y la mayoría disputados, pero algo anárquicos, los equipos suelen dársela al bueno o a los buenos para que se la tiren y poco más. El equipo que pueda jugar un poco como tal, gana muchos enteros. Hay que notar que en los equipos puede haber 3 jugadores del U20, 2 del U18 y 3 del U16 sumados a los 4 que no están federados, lo que hace que el que haya más de cuatro pases en un ataque pueda considerarse un éxito.

En cuanto a nuestros equipos, he conseguido que no quieran defender en zona y convencerles de que individual es mucho mejor, lo que ya es un logro y que consigan mover el balón, sin sistemas (como he dicho no hay tiempo) pero usando los conceptos que trabajan en el club o algún sistema si coinciden los del club todos a la vez. No soy un amante de los sistemas, pero ayuda a que cada uno empiece en un sitio en la cancha y haya cierta disposición a pasar el balón.
A todo esto, al ser partidos en modo de concentración, perfectamente podemos jugar dos partidos seguidos, con el cansancio acumulado que eso produce. Si consigues pasar de fase, juegas los 3-4 partidos de la primera fase, los dos de la final a 4 y la eliminatoria previa. Es decir hay años que hemos jugado 4 partidos y otros 9 (sumando la final a 4 previa a la final a 8).

Para la Categoría B, al no poder contar con jugadores federados el año anterior, se juega con chicos bastante fuera de ritmo competitivo, algunos no han competido nunca, otros lo hacen en otros deportes (balonmano por ejemplo).

                    
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                   Equipo Diákolimpia B temporada 2018-19. Es de notar el cambio de plantilla, en la foto anterior faltaban 11, 12 y 17 que sí repiten por cumplir las condiciones para jugar en B.

   Esta categoría sí puede denominarse plenamente como escolar. Son chicos que ya no están federados o no lo han estado nunca o lo están en otro deporte, que hacen baloncesto una o dos veces a la semana (otro de mis éxitos ha sido poder contar con un grupo de jugadores que viene a entrenar las dos veces aunque por obligación sólo deben venir una), y con quienes se cumple una función escolar-social, con un componente competitivo como el que supone ponerse una equipación y competir.

   La estructura de la competición es la misma, pero los equipos aquí hacen sus trampas. Los partidos acaban siendo a reloj semicorrido, los anotadores los pone el instituto (como en la categoría A) y eso ya sabemos que acaba con errores contables o de reloj...en suma, la intención de las autoridades es que sea tan seria como la A, pero en la práctica, algunos institutos "se relajan" y hace que la competición sea menos seria. Aún así es muy bonito ver competir a chicos que apenas lo han hecho, aunque cuando entran a competir hay jugadores que te sorprenden, por ejemplo los federados en otros deportes, siempre es muy bueno ver cómo evoluciona un grupo de chicos que trabaja exclusivamente contigo y con otros 10-15 jugadores que, sin ambages, se la botan en el pie al empezar los entrenamientos. Este año nos enfrentamos a un equipo plenamente integrado por jugadores de Balonmano que lo hacían muy bien, especialmente el contraataque y pasar el balón.

   Hay que reconocer que el horizonte de poder jugar unos 4-9 partidos cada temporada, les hace trabajar con cierta ilusión. Además, llevar el nombre de su instituto es un honor muy grande al que intentan no fallar cuando salen a la cancha.
   A todo esto se une que cuando los partidos son en casa, es normal jugar delante de 100 o 200 personas ya que todo el instituto sabe que son partidos "importantes" y cuando han sido finales a 4 lo hemos hecho delante de 400-500 personas ya que la directora, en persona, ha pedido bajar a animar a los chicos siempre que el desarrollo de la asignatura lo permita.

   En alguno de mis mil partidos como árbitro actué delante de 100-200 personas, pero jamás en mi vida de entrenador o jugador lo he hecho delante de 200-400 personas, es una experiencia que a los chicos les llena y a mí me enorgullece.

  Sería muy planteable llevar a cabo una competición similar en España con categoría U15 y U18 para institutos y U12 para colegios. Desde luego, el que en Hungría haya un pabellón (en mi instituto la capacidad es de 1100 gracias a unas gradas extensibles y parqué nuevo) en cada Gimnázium (instituto en húngaro) y la ley educativa favorece, pero creo que el deporte escolar, especialmente para aquellos que no están federados, debería desarrollarse más.  Dejamos a los chicos muy de la mano de los clubes (que hacen una labor enorme) pero creo que los Institutos podrían, obviamente con el apoyo en todos los ámbitos de las autoridades, encargarse de ello, como sí ocurre en Hungría.

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