Calendario escolar en Hungría.

Hoy vengo a hablar sobre el calendario escolar húngaro y algunas cuestiones relativas a la educación en Hungría.

                                

El calendario escolar en Hungría es algo fijo, las clases empiezan el 1 de septiembre y acaban el 15 de junio; los profesores somos llamados a filas a finales de agosto (el 20 es fiesta nacional así que suele ser a partir del 21) y las clases empiezan el día 1 de septiembre, siendo el 2 o el 3 si el día uno cae en fin de semana. 

El día de antes, 31 de agosto casi siempre, hay una ceremonia de apertura donde todos los alumnos deben venir vestidos convenientemente, llama la atención lo muy importante que es el código de vestimenta para los actos oficiales y exámenes, para dar comienzo al curso de manera oficial. El acto, sencillo pero bonito, empieza, como todos, con el himno de Hungría (diría que es algo muy común a muchos países del mundo salvo en España), y después hay unas palabras de bienvenida a todos y en especial a los nuevos alumnos de la directora, se recitan algunos poemas, como doble filólogo envidio la importancia que dan a la recitación de poemas y lo mucho que se hace en cada acto solemne y oficial, y poco más.

Sobre el código de vestimenta es importante remarcar que cada colegio o instituto tiene unas prendas identificatorias y que se deben usar para todos estos festivos o vísperas de festivos, para los exámenes orales, los de Bachillerato o cualquier tipo de celebración.

Los chicos deben ir en traje, negro u oscuro, con camisa blanca (es el color obligado para llevarlo en los actos oficiales como signo de respeto y vestimenta), la corbata no es totalmente obligatoria pero sí altamente recomendada. Con el calzado, si es oscuro, hay más margen. Ellas deben ir con pantalón o falda oscura (totalmente opcional y personal), negro en mi instituto, aunque el azul oscuro se admite también y para la parte de arriba blusa blanca de marinero con cuello del color del instituto. Tanto la corbata como la blusa las vende el instituto (precio coste) y son "oficiales".

Los profesores tenemos algo más de margen, en especial las profesoras, ya que nosotros del traje, la camisa y la corbata no nos libramos, ellas sí pueden elegir más colores y modelos pero todos debemos ir "adecuados".

El primer día lectivo en Hungría es, siempre, un día para estar con el grupo y el tutor, un tutor que les acompañará durante toda su etapa en el Instituto (Gimnázium) y que muchas veces ejercerá las veces de un padre educativo, intercediendo y pidiendo favores y gracias por sus alumnos mucho más de lo que lo hacen en España.

Una vez puestos en faena no hay días de descanso hasta el día 23 de Octubre (en mayúscula por ser fiesta nacional), día en el que se celebra la Revolución del 1956 contra la Dictadura Comunista (Ruszkik, haza). Para dicho día en todos los centros se preparan teatros o algún evento para conmemorarlo. En el mío se hace un muy buen teatro que se representa el 22, o si el 23 es domingo o lunes, el viernes previo. Ese día es de clases cortas y todos debemos ir adecuadamente vestidos.

                             


Aquí es importante hacer notar que si se diera lo que en España conocemos como puente, festivo jueves o martes y "engancháramos" habría que recuperar ese día un sábado de 8 a 12 (lo hace todo trabajador húngaro y no puede irse la jornada laboral más allá de las 12:00 o 13:00 bajo multa importante), o una o dos tardes con alguna visita a un teatro o un museo con los alumnos. Dependiendo del instituto se puede dar clase o se puede aprovechar ese día para orientar a los alumnos o celebrar el día del estudiante, pero la asistencia es obligatoria y conlleva tiempo y trabajo preparar ese tipo de días.

La "recuperación" en sábado de los "puentes" o festivos tipo día 24 de diciembre, 2 de enero o Miércoles Santo, es el motivo por el que el calendario escolar húngaro es fijo. En España estos días se "recuperan" empezando el curso antes o acabándolo más tarde.

El último viernes de octubre (a veces la misma semana del 23) los escolares húngaros tienen unas pequeñas vacaciones de otoño (őszi szünet) que duran una semana. Los padres esa semana tienen el 1 de Noviembre como festivo y, los que pueden, pillan unos días para irse de viaje en familia.

Cuando regresan todo funciona con normalidad hasta Navidad, fecha en la que cada instituto celebra varios eventos, conciertos, recitaciones, teatros... Vuelvo a resaltar el buen gusto escénico y artístico en todos y cada uno de los eventos en los que, con el mayor respeto del mundo, los estudiantes recitan, tocan el piano, una canción pop o representan una obra de teatro. Sobre las fiestas de Navidad el día de regreso al aula es el día 3, el día 2 y el día 24 de diciembre, como he dicho, no son festivos oficiales y hay que recuperarlos en alguno de esos famosos sábados o excursiones.

Después de las vacaciones de Navidad, la tercera semana de Enero los alumnos realizan exámenes orales de determinadas asignaturas o los últimos exámenes antes de cerrar el primer "semestre" que suele tener fin esa tercera semana de enero.

Esta semana, en mi instituto, acaba con la celebración del la imposición de insignias (parecido a nuestra orla) y baile. Dicha celebración casi que merece un artículo aparte, pero resumiendo es el acto en el que los alumnos reciben una pequeña cocarda con el nombre del instituto y los años en que han estado, el Szalagavató propiamente dicho, y luego da paso al baile, donde ellas van casi de novias, ellos con el "traje oficial" y realizan un maravilloso baile. Una vez acabado los alumnos piden a un profesor hacer un baile con ellos, a modo de reconocimiento, un vals, y luego bailan con sus padres y sus parejas o amigos.

                             

Tras esto hay un pequeño retoque en el horario de cada alumno y profesor y viene la parte más dura, ya que hasta el 15 de Marzo (día en el que se celebra la Revolución contra los Habsburgo) no hay descanso normalmente, aunque este año pudimos disfrutar de un lunes en febrero dispuesto por el Centro, ya que no había habido puentes ni nada por el estilo.
El día antes de clase al día 15 en mi centro, es otro día con clases cortas para a eso de las 13:00 horas ver la representación de una obra de teatro.

                       


Cuando hablo de clases cortas me refiero a clases de 35 minutos ya que, normalmente, las clases en Hungría son de 45 minutos con un descanso entre clases de 10 o 15 minutos, dependiendo del centro. Si el centro decide hacer pausas de 10 minutos, a media mañana (10:30 u 11:30) hay un parón de 20 minutos para que los alumnos coman algo, si las hace de 15 no hay parón de más minutos. Otra cosa impactante es el hecho de que los alumnos en Hungría parece que esté comiendo todo el día a todas horas. Muchos madrugan (5:30/6:00) para poder venir al instituto desde ciudades cercanas o no tanto (los que no se quedan en residencias totalmente gratuitas) y llevan un horario de comidas muy descompensado.

Así las cosas tras esta fiesta, aguardamos a la llegada de la Semana Santa. En Hungría el último día de clase es el Martes Santo, aunque suele tener que recuperarse con alguna reunión o similar, y el primer día de clase es el miércoles siguiente al Lunes de Pascua . Un semana de parón un tanto "tonta" ya que Lunes y Martes Santo son días "tontos" y cuando volvemos cuesta pillar algo el ritmo, pero es pura opinión personal y me adapto al ritmo que se exija. La adaptación a ritmos, eventos, adecuaciones y un largo etcétera es fundamental para poder ser profesor en un país extranjero.

Así las cosas llega finales de abril y los alumnos de 12 (equivalente a nuestro 2º de Bachillerato) acaban las clases y celebran su despedida (Ballagás) todo muy ceremonioso. Los alumnos esa semana preparan su Bolond ballagás, su loca despedida en el instituto, donde nos "usan" a los profesores para sus coreografías y representaciones, y durante dos tardes van a casa de todos los profesores a cantarles unas canciones de despedida (una serenata, vamos) y donde los profesores agasajamos a los alumnos con algún tentempié y refresco. el primer sábado de mayo se celebra su despedida oficial en el instituto, ceremonia muy solemne, pero sencilla también.

                         


El 1 de Mayo es festivo también y se encadena con la semana siguiente que es en la que empieza los exámenes de Bachillerato (érettségi) en Hungría para los alumnos de 12. Sí, tras una semana de fiesta, despedida y emociones, los alumnos húngaros se enfrentan a unos exámenes que deciden su futuro a la semana siguiente. Cada alumnos hace, más o menos, 5 exámenes, pero estos, aunque se concentren en la primera semana, se extienden hasta el día 21-22 de mayo aproximadamente. 

Dicho Bachillerato no es otra cosa que una reválida donde entra el temario de todos los cursos. Para una Lengua Extranjera no es nada excepcional, pero para una Literatura, Historia o Matemáticas supone que el temario es exageradamente grande. Así pues los exámenes están divididos en varias partes pero la parte escrita puede llegar a constar de más de tres horas. No hay examen de menos de tres horas. 

Cuando acaban los exámenes escritos (hasta 120 puntos) hay una parte oral (30 puntos más) donde deben defender durante unos 10-15 minutos un tema y completan la nota de dichos exámenes. En el caso de secciones bilingües los alumnos, además, tienen un examen de Civilización que es sólo oral y que suelen hacer a finales de junio. Es decir, su "Selectividad" dura mes y medio largo.

Por otro lado, para el resto de los alumnos la primera semana de mayo es la que se suele usar para realizar viajes e intercambios ya que si tu centro realiza los exámenes, no hay clase algunos días de esa semana. Una vez volvemos de dichos viajes o de unos días de descanso, toca trabajar con excepción del Lunes de Pentecostés que es festivo en Hungría. 

Lo normal, ya sin los alumnos de último curso, es que el ritmo haya bajado, aunque el resto de alumnos enfrentan una serie de exámenes orales de diferentes asignaturas que se suelen realizar entre el 7-13 de agosto, aproximadamente, lo que hace que las clases, puras y duras, acaben el viernes anterior, haya unos tres días para examinar a los chicos y uno o dos días para limpiar el aula y despedirse, dando por acabado el curso el 15 de junio, aunque los profesores, ya se sabe, debemos acabar con burocracias varias hasta finales de junio.

En fin, este es un resumen de lo que supone un año escolar en Hungría, siempre muy adaptado a lo que realizamos en mi centro, pero no alejado de lo que sería cualquier otro instituto en Hungría.





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