El legado del Cuervo

EL LEGADO DEL CUERVO

SERIE: JUEGO DE TRONOS EN LA HUNGRÍA MEDIEVAL II: EL REY CUERVO

Para ver los capítulos anteriores, pincha en los enlaces:

Cap. 1: La Biblioteca del Cuervo

Cap. 2: Las Reformas de un Rey Justo

Cap 3: El Ejército Negro

Cap 4: El Ejército Negro ante la Sublime Puerta

Cap 5: Drácula y Hungría

Representación "renacentista" de Matías Corvino.


Introducción

Termino mi serie histórica sobre el reinado de Matías, tocando de nuevo un capítulo más global donde se discutan los aspectos de su reinado, pero dándole un tono más histórico y al mismo tiempo, comentando el final de su reinado y su posterior difícil sucesión.


Un rey impopular entre campesinos…

Prácticamente todos los contemporáneos coinciden en que, curiosamente, aunque está considerado por muchos como el mejor rey de Hungría, durante su reinado Matías no va a ser un rey demasiado querido, tanto para nobles como para campesinos, pero que, sin embargo, una vez terminado su reinado y visto el caos que provocará, van a echar y mucho en falta su autoridad contribuyendo a crear ese mito del Rey Justo.

Y es que la administración eficiente del Rey Cuervo va a traer aparejada también una mayor carga impositiva sobre sus súbditos (especialmente campesinos) que desde luego no van a apreciar. Así, contemporáneos húngaros coinciden en que estos durante su reinado las “viudas y campesinos maldecían su suerte por las elevadas tasas”, pero curiosamente, esos mismos contemporáneos nos contarán más tarde como los mismos que lo maldecían lo echarían y mucho, de menos.

El reinado de Matías no fue extremadamente popular en lo que respecta al aplauso de la gente, pero es quizás esa falta de popularidad lo que hizo crecer al estado a un nivel superior en el terreno financiero y jurídico. Sin las rentas extraídas, convenientemente repartidas y administradas hubiera sido muy difícil la creación de una administración eficiente o del Ejército Negro que, por otra parte, contribuían a aumentar el bienestar de sus súbditos, aunque fuese de una manera menos a corto plazo y mucho más abstracta al ser capacidad de proporcionar seguridad, tanto física como jurídica.

Representación más moderna de Matías, el Cuervo, en el videojuego Civilization VI


Y… nobles

Por otra parte, esta el tema de la nobleza. Matías, no hay que olvidarlo, provenía de una familia de relativamente muy baja nobleza y por ello, tuvo que hacer frente a numerosas revueltas de nobles que desde luego, desconfiaban no solo de un rey con tan bajo “pedigrí”, pero sobre todo y ante todo de su formidable Ejército Negro que lo hacía inmune a las amenazas de los nobles a la hora de no proporcionar auxilio militar e incluso le daba una posición de fuerza para imponerse ante ellos (cosa que no pocas veces hizo)

Aún así, Matías va a ser el rey húngaro que más veces convoca a la Asamblea de Nobles (unas veinticinco) pero no por ello va a dejar de ser un rey mucho más dispuesto a imponer su voluntad que sus antecesores, mucho más dependientes. De todas formas, como veremos más adelante, esta cierta falta de colaboración le pasará factura a la hora de imponer a un sucesor de su mismo linaje.


Un cambio radical

Una segunda consideración muy importante en relación a Matías está relacionada con su legado. Es innegable que el estado húngaro se va a fortalecer como nunca antes durante sus años, pero la mayoría de los historiadores han coincidido en señalar, en relación a este fortalecimiento su brevedad en el tiempo y sobre todo, su casi total desvanecimiento una vez producida la muerte del rey. Una gran parte de sus territorios incorporados volverán a la independencia con su muerte y su gran obra, el Ejército Negro se desembrará también debido a la falta de recursos posterior.

Lo mismo lógicamente también aplica al terreno jurídico, cultural y financiero. Una de las primeras medidas que aprueban los nobles con su partida es precisamente una rebaja de impuestos muy notable (se calcula que en torno a un 80 por ciento) que evidentemente merma la capacidad financiera del reino y su posibilidad de acometer grandes obras y proyectos en otros terrenos como la administración, que prácticamente se desmantela. De la misma forma, aunque su legado cultural más importante (la Biblioteca Corvinniana) permanece, resulta obvio que a principios del XVI Hungría no destaca comparativamente con otras naciones europeas como lo hacía hacia tan solo medio siglo.


Un gigante con pies de barro

De ahí que sea necesaria una aclaración respecto al reinado de Matías. Es cierto que se avanzó mucho en todos los aspectos anteriormente comentados, pero ese avance tampoco puede ocultar las importantes deficiencias demográficas y, sobre todo, urbanas que posee Hungría aun en relación a la mitad europea occidental.

Han surgido debates acerca de si Hungría podía ser equiparable a una de las grandes potencias europeas como Francia, Inglaterra o Castilla en lo que a poderío se refiere, pero tal y como señala Molnar hay que tomar estos debates con cierta cautela ya que si bien es cierto que la fuerza militar del reino y la mejora es innegable, hay otros indicadores muy importantes a largo plazo como la falta de densidad de población o la carencia de una red urbana que genere riqueza que tampoco se pueden obviar.


Una candidata española

El final de Matías es, de hecho, muy interesante y refleja las limitaciones estructurales a las que estaba sometida la monarquía húngara pero también algunos aspectos curiosos de la Edad Media, como el papel de la mujer. Y es que para suceder a Matías existen varias opciones, siendo una de las más importantes en un principio la de su mujer española, Beatriz de Aragón (de la casa de Trastámara), que pretende el trono en caso de fallecimiento de su marido.

Es curioso que la idea de Beatriz va a encontrar apoyo entre una parte de la nobleza que es partidaria de Matías, pero que, al mismo tiempo cuanta con la oposición frontal del propio rey que, según se dice, afirma que los “húngaros se dejarían matar uno a uno antes de ser gobernados por una mujer” . Además de esto, (ya que las citas siempre corren el riesgo de ser apócrifas) sabemos que intentó convencer a que esta renunciase a sus pretensiones con cartas a sus familiares (conservamos una a su hermano diciéndole que le quite esa idea de la cabeza), y de hecho, si bien Beatriz acepta de primeras las intenciones de renunciar al trono, al final acabará cobrándose su venganza particular casándose en segundas nupcias con el futuro rey de Hungría, en oposición directa al candidato favorito  del Rey Cuervo: su hijo bastardo Juan (en inglés John, ¿no os dije que era una copia de una famosa serie?)

Decía el historiador medieval Lucien Fevre (probablemente una de los mayores medievalistas de todos los tiempos) que en la Edad Media la mujer tiene un papel más importante y autónomo que ya quisieran para si las polis griegas o la Roma clásica y viendo esta historia podemos ver que en parte, si bien con su carga retrógrada propia de la época, no deja de ser un poco verídico este punto, ya que realmente su mujer es una candidata real y oposita al reino a pesar de la oposición de su marido (y no solo eso, sino que finalmente lo logra aunque sea como “reina consorte”).

Matías y Beatriz, frente a frente


El final del Cuervo

Independientemente de estas consideraciones sobre la mujer y la Edad Media, la situación a su muerte es muy peculiar ya que, al no tener descendiente directo, el rey pretende que sea su hijo bastardo quien ocupe el trono, pero va a haber otros candidatos (hasta cuatro) que reclamen para si este derecho. Luchan entre sí, y finalmente lo que decanta la balanza en favor de uno de los candidatos (Vladislao Jagellón) es el apoyo de la nobleza húngara que escoge al candidato más débil y por lo tanto más favorable a sus intereses. Por eso, una de las primeras medidas en su reinado será anunciar el fin de las “dañinas innovaciones”, según sus palabras, introducidas por Matías, intentando (y de hecho consiguiendo) volver a una situación de relativo caos y anarquía en la que se sentían mucho más cómodos los nobles, pero que evidentemente va a perjudicar las aspiraciones del reino en su conjunto.

El Ejército Negro, privado de sueldo ya que no hay ingresos, se convierte en un grupo de bandidos que atacan las villas del sur y aquellos contemporáneos del principio que nos hablaban de como los “campesinos y viudas maldecían su suerte” durante el reinado de Matías, nos dicen que “maldecirían aún más su suerte después de que Matías dejase el trono” ya que el caos y desorden jurídico generado va a empeorar aún más su situación haciéndose popular el dicho después de su muerte “Muerto Matías, muerta la justicia”. Y es que si bien el rey no era muy popular por sus subidas de impuestos, un cronista algo posterior (s.XVI) nos aclara que, los que en su momento protestaban “hubieran pagado gustosamente siete veces más por volver a la situación anterior”.

Así pues, la mayoría de las reformas caen en saco roto y se vuelve a una situación previa en la que la autoridad de los nobles puede de sobra, contrarrestar la del rey al desmantelarse la burocracia y proto-organización estatal creada por el antiguo rey.

Como podemos ver las perspectivas no son especialmente halagüeñas y menos lo serán aún cuando con una capacidad militar mucho más mermada tengan que enfrentarse (otra vez) a la amenaza turca desde el sur que se encuentra expectante, esperando su oportunidad para poder tomar la llave que le abra Europa de una vez por todas.

Pero eso ya será otra historia, y otro capítulo, donde hablaremos sobre Hungría y el gran desastre que supuso Mohács donde el país magiar comienza su serie (mucho más prolongada) de derrotas históricas que, no obstante, tuvieron un precedente y contrapunto en dos personajes, Matías y su padre Juan Corvino, que supieron moverse como nadie en este Juego de Tronos húngaro que fue el siglo XV. Hasta la próxima.

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FUENTES: 

Molnár, M. (2001). A Concise History of Hungary (Cambridge Concise Histories) (A. Magyar, Trans.). Cambridge: Cambridge University Press.



 


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